ESTRATEGIAS
Las estrategias metodológicas consideradas en la planificación permitieron tener presente todas aquellas técnicas, procedimientos y recursos didácticos oportunos para lograr el aprendizaje esperado, tomando en cuenta el nivel, intereses, habilidades y destrezas de los niños y niñas, con el propósito de lograr un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo y exitoso.
Para esto se consideró, en primer lugar, la organización del ambiente, con el objetivo de que éste propiciará el desarrollo de las estrategias metodológicas. Es por esto que la experiencia se llevo a cabo en un espacio del salón que permitió el trabajo en un grupo pequeño, favoreciendo la interacción entre adulto-niño/niño-niño a través de un clima de afectividad, seguridad, libre de tensión y acogedor. De esta manera se logra establecer un vinculo afectivo con los/as niños/as, lo que se traduce en una mayor y mejor disposición y motivación por la experiencia de aprendizaje (Vega, 2006), y le permite a la educadora potenciar la sociabilidad del grupo de niños/as y los interés particulares.
Además, en segundo lugar, todas las estrategias implementadas en esta experiencia, como plantea Cerda y Mata (2000) contemplan condiciones específicas, las cuales fueron presentadas en las observaciones de la planificación, como la edad, las necesidades, las características y potencialidades de cada grupo de niños/as, proporcionando una supervisión contante por parte de la guía en el cumplimiento de estas condiciones y, de esta manera, tener presente la diversidad de aprendizaje en el aula.
Teniendo presente lo anteriormente mencionado, a continuación se presentan las estrategias metodológicas y, posteriormente, las estrategias de mediación implementadas en la Experiencia de Aprendizaje:
Para esto se consideró, en primer lugar, la organización del ambiente, con el objetivo de que éste propiciará el desarrollo de las estrategias metodológicas. Es por esto que la experiencia se llevo a cabo en un espacio del salón que permitió el trabajo en un grupo pequeño, favoreciendo la interacción entre adulto-niño/niño-niño a través de un clima de afectividad, seguridad, libre de tensión y acogedor. De esta manera se logra establecer un vinculo afectivo con los/as niños/as, lo que se traduce en una mayor y mejor disposición y motivación por la experiencia de aprendizaje (Vega, 2006), y le permite a la educadora potenciar la sociabilidad del grupo de niños/as y los interés particulares.
Además, en segundo lugar, todas las estrategias implementadas en esta experiencia, como plantea Cerda y Mata (2000) contemplan condiciones específicas, las cuales fueron presentadas en las observaciones de la planificación, como la edad, las necesidades, las características y potencialidades de cada grupo de niños/as, proporcionando una supervisión contante por parte de la guía en el cumplimiento de estas condiciones y, de esta manera, tener presente la diversidad de aprendizaje en el aula.
Teniendo presente lo anteriormente mencionado, a continuación se presentan las estrategias metodológicas y, posteriormente, las estrategias de mediación implementadas en la Experiencia de Aprendizaje:
Acorde a las estrategias de aprendizaje presentadas anteriormente, estas responden, en primer lugar, a los Estándares Orientadores para la Educación de Párvulos (2012), ya que de acuerdo al Estándar Nº 4 se consideran estrategias que promueven el pensamiento reflexivo y metacognitivo en la construcción del aprendizaje, a través de la realización de preguntas claves presentes en las diferentes etapas de la experiencia. Asimismo, estas estrategias acogen los conocimientos previos de los/as niños/as y sus preconcepciones, pudiendo hacer una clara conexión de lo que saben con los conocimientos nuevos que se les proponen. En otras palabras, se lleva a cabo un andamiaje donde la educadora proporciona andamios dentro de la ZDP para capacitar al niño/a su actuar en un nivel superior (Bodrova & Leong, 2007).
Además, en este estándar se reconoce el juego como una de las principales estrategias metodológicas reconocida por su valor pedagógico. Frente a esto, Bodrova & Leong (2007) plantean que el juego es la actividad conductora en la edad preescolar, pues de acuerdo a Vygostsky y Piaget, el juego propicia en los/as niños/as el desarrollo de habilidades mentales y sociales, siendo esta una actividad tanto simbólica como social, siendo potenciadora de aprendizajes como el habla, el vocabulario, la comprensión del lenguaje, la atención, la imaginación, la concentración, el control de los impulsos, la curiosidad, las estrategias para la solución de problemas, la cooperación, la empatía y la participación grupal (Smilansky y Shefatya, 1990, citando en Bodrova & Leong, 2007).
De acuerdo al Estándar Nº 5, las estrategias implementadas apelan al establecimiento de un clima positivo de relaciones interpersonales, favoreciendo diversas formas de interacción con cada niño/a, a través de un ambiente de aprendizaje inclusivo caracterizado por el respeto, la empatía, la confianza y la valoración de la diversidad. Por otro lado, a través del modelaje sistemático por parte de la educadora se transmite un comportamiento de respeto y cuidado, comunicando y manteniendo las normas explícitas de convivencia basadas en la tolerancia y respeto mutuo.
En segundo lugar, las estrategias seleccionadas responden a las Orientaciones para la Implementación de los Programas Pedagógicos de los Niveles de Transición (2009) pues estas responden a la forma cómo se desarrollará la experiencia pedagógica y como la educadora mediará el aprendizaje esperado, en función de las características de los/as niños/as y el tipo de experiencia, siendo estas estrategias coherentes entre sí de manera de provocar las mejores condiciones para el aprendizaje de niños y niñas.
Por otro lado, las estrategias seleccionadas consideran el “Modelo de Trasferencia de Aprendizaje”, puesto que estas dan énfasis a los planteamientos de este modelo, es decir, la importancia en una primera instancia de la motivación, la cual incrementa la efectividad de la transferencia del aprendizaje. Luego, el diseño de la transferencia de aprendizaje, el cual esta dirigido al modelaje, que permite considerar el entorno cercano del niño/a, logrando una mayor eficacia en el logro de los aprendizajes esperados, al igual que la extensión del aprendizaje más allá de la experiencia inicial. Por último, se considera la importancia del apoyo y mediación en la trasferencia de aprendizaje, tanto de la educadora como de sus pares, logrando así, potenciar una cultura de aprendizaje que trasciende en el tiempo.
Por último, estas estrategias permiten responder al foco de acción, ya que los Estándares Orientadores para la Educación de Párvulos (2012) consideran estándares disciplinarios dirigidos a la comprensión de las nociones fundamentales de las ciencias naturales, los cuales respaldan las estrategias seleccionadas como la manipulación y exploración, actividad conductora de los/as niños/as (uno a tres años) que le permite percibir la relación entre los objetos y sus características (Bodrova & Leong, 2007). Asimismo, esta estrategia favorece el asombro, la curiosidad, la actitud exploratoria, la indagación y el interés hacia el conocimiento, facilitando la experiencia dirigida al conocimiento del entorno y sus características, más aún cuando estas se desarrollan en contextos cercanos y aplicados a situaciones de la vida cotidiana de los/as niños/as.
Además, en este estándar se reconoce el juego como una de las principales estrategias metodológicas reconocida por su valor pedagógico. Frente a esto, Bodrova & Leong (2007) plantean que el juego es la actividad conductora en la edad preescolar, pues de acuerdo a Vygostsky y Piaget, el juego propicia en los/as niños/as el desarrollo de habilidades mentales y sociales, siendo esta una actividad tanto simbólica como social, siendo potenciadora de aprendizajes como el habla, el vocabulario, la comprensión del lenguaje, la atención, la imaginación, la concentración, el control de los impulsos, la curiosidad, las estrategias para la solución de problemas, la cooperación, la empatía y la participación grupal (Smilansky y Shefatya, 1990, citando en Bodrova & Leong, 2007).
De acuerdo al Estándar Nº 5, las estrategias implementadas apelan al establecimiento de un clima positivo de relaciones interpersonales, favoreciendo diversas formas de interacción con cada niño/a, a través de un ambiente de aprendizaje inclusivo caracterizado por el respeto, la empatía, la confianza y la valoración de la diversidad. Por otro lado, a través del modelaje sistemático por parte de la educadora se transmite un comportamiento de respeto y cuidado, comunicando y manteniendo las normas explícitas de convivencia basadas en la tolerancia y respeto mutuo.
En segundo lugar, las estrategias seleccionadas responden a las Orientaciones para la Implementación de los Programas Pedagógicos de los Niveles de Transición (2009) pues estas responden a la forma cómo se desarrollará la experiencia pedagógica y como la educadora mediará el aprendizaje esperado, en función de las características de los/as niños/as y el tipo de experiencia, siendo estas estrategias coherentes entre sí de manera de provocar las mejores condiciones para el aprendizaje de niños y niñas.
Por otro lado, las estrategias seleccionadas consideran el “Modelo de Trasferencia de Aprendizaje”, puesto que estas dan énfasis a los planteamientos de este modelo, es decir, la importancia en una primera instancia de la motivación, la cual incrementa la efectividad de la transferencia del aprendizaje. Luego, el diseño de la transferencia de aprendizaje, el cual esta dirigido al modelaje, que permite considerar el entorno cercano del niño/a, logrando una mayor eficacia en el logro de los aprendizajes esperados, al igual que la extensión del aprendizaje más allá de la experiencia inicial. Por último, se considera la importancia del apoyo y mediación en la trasferencia de aprendizaje, tanto de la educadora como de sus pares, logrando así, potenciar una cultura de aprendizaje que trasciende en el tiempo.
Por último, estas estrategias permiten responder al foco de acción, ya que los Estándares Orientadores para la Educación de Párvulos (2012) consideran estándares disciplinarios dirigidos a la comprensión de las nociones fundamentales de las ciencias naturales, los cuales respaldan las estrategias seleccionadas como la manipulación y exploración, actividad conductora de los/as niños/as (uno a tres años) que le permite percibir la relación entre los objetos y sus características (Bodrova & Leong, 2007). Asimismo, esta estrategia favorece el asombro, la curiosidad, la actitud exploratoria, la indagación y el interés hacia el conocimiento, facilitando la experiencia dirigida al conocimiento del entorno y sus características, más aún cuando estas se desarrollan en contextos cercanos y aplicados a situaciones de la vida cotidiana de los/as niños/as.
Como evidencia de estas estrategias tenemos la pauta de supervisión, correspondiente al día de la implementación de esta planificación. Esta pauta fue realizada por la colaboradora, la cual evaluó las dimensiones correspondientes a la promoción de procesos de pensamiento y aprendizaje, y las intervenciones didácticas.
De acuerdo a esta pauta de supervisión, se puede apreciar una coherencia con las estrategias metodológicas y de mediación presentadas anteriormente, dando cuenta que la experiencia pedagógica facilitó el aprendizaje, atendiendo a la diversidad, a través de la consideración de los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje y las posibilidades que ofrece el material, respondiendo así, a las necesidades e interés reales del grupo de niños/as.