TRABAJO COLABORATIVO
Para evidenciar el trabajo colaborativo se presentará a continuación, diferentes respaldos que permiten dar cuenta de esta dimensión realizada durante la práctica profesional:
- Pauta de Evaluación “Espíritu Profesional”:
Esta pauta de evaluación tiene como objetivo determinar y analizar el desempeño efectuado en la práctica profesional, considerando las perspectivas de la supervisora, colaboradoras y de la alumna, dando como resultado un panorama de acuerdo al cumplimiento de aspectos esenciales que debe presentar una educadora de párvulos.
Los resultados obtenidos permiten definir una práctica profesional satisfactoria, ya que la mayoría de los indicadores lograron el máximo desempeño esperado, sobre todo en aspectos como el trabajo en equipo, la iniciativa frente a situaciones que requieren de intervención y apoyo para atender las necesidades individuales, y por último, demostrar una actitud expresiva y positiva al relacionarse con todos los actores educativos.
Sin embargo, el indicador Nº 1 no logro el resultado esperado. Este indicador esta dirigido a la manifestación de juicios u opiniones fundamentadas en el momento oportuno y a la persona adecuada. De acuerdo a esto, se plantea la necesidad de lograr un rol más protagónico al momento de manifestar nuestra propia opinión sin miedo a la equivocación, ya que nuestros argumentos deben estar respaldados a través del conocimiento del desarrollo y aprendizaje de los/as niños/as, de nuestra observación sistemática del proceso de enseñanza-aprendizaje y de teoría actualizada.
Otro aspecto que se debe enriquecer es el trabajo en conjunto con las familias dándoles oportunidades de participación en experiencias de aprendizaje que podían seguir siendo estimuladas en el hogar, reconociéndolos así, como miembros de la comunidad educativa y como los primeros educadores de los/as niños/as. No obstante, el centro educativo me dio la posibilidad de participar en instancias de entrevistas y entregas de evaluaciones, instancias donde se daban a conocer avances, logros y énfasis de aprendizajes de cada niño/a, como resultado de un proceso de planificación y evaluación responsable y significativo.
La mejora de estos aspectos en mi quehacer educativo, me facilitará la comunicación con mis colegas y con los apoderados, beneficiando y enriqueciendo el intercambio de información, opiniones y juicios, haciendo de esto un autentico dialogo creador dentro de un espacio colectivo que permite establecer un legitimo espacio de aprendizaje profesional. Por último, a través de esta pauta de evaluación pude observar e identificar mis propias fortalezas y debilidades, en relación a los diversos aspectos y consideraciones que debe tener una educadora de párvulos profesional, teniendo presente las competencias necesarias para una práctica pedagógica significativa, reconociendo e identificando las necesidades y debilidades de nuestro desarrollo profesional, la cual debe estar sustentada de una reflexión permanente y una actualización teórica continua.
Los resultados obtenidos permiten definir una práctica profesional satisfactoria, ya que la mayoría de los indicadores lograron el máximo desempeño esperado, sobre todo en aspectos como el trabajo en equipo, la iniciativa frente a situaciones que requieren de intervención y apoyo para atender las necesidades individuales, y por último, demostrar una actitud expresiva y positiva al relacionarse con todos los actores educativos.
Sin embargo, el indicador Nº 1 no logro el resultado esperado. Este indicador esta dirigido a la manifestación de juicios u opiniones fundamentadas en el momento oportuno y a la persona adecuada. De acuerdo a esto, se plantea la necesidad de lograr un rol más protagónico al momento de manifestar nuestra propia opinión sin miedo a la equivocación, ya que nuestros argumentos deben estar respaldados a través del conocimiento del desarrollo y aprendizaje de los/as niños/as, de nuestra observación sistemática del proceso de enseñanza-aprendizaje y de teoría actualizada.
Otro aspecto que se debe enriquecer es el trabajo en conjunto con las familias dándoles oportunidades de participación en experiencias de aprendizaje que podían seguir siendo estimuladas en el hogar, reconociéndolos así, como miembros de la comunidad educativa y como los primeros educadores de los/as niños/as. No obstante, el centro educativo me dio la posibilidad de participar en instancias de entrevistas y entregas de evaluaciones, instancias donde se daban a conocer avances, logros y énfasis de aprendizajes de cada niño/a, como resultado de un proceso de planificación y evaluación responsable y significativo.
La mejora de estos aspectos en mi quehacer educativo, me facilitará la comunicación con mis colegas y con los apoderados, beneficiando y enriqueciendo el intercambio de información, opiniones y juicios, haciendo de esto un autentico dialogo creador dentro de un espacio colectivo que permite establecer un legitimo espacio de aprendizaje profesional. Por último, a través de esta pauta de evaluación pude observar e identificar mis propias fortalezas y debilidades, en relación a los diversos aspectos y consideraciones que debe tener una educadora de párvulos profesional, teniendo presente las competencias necesarias para una práctica pedagógica significativa, reconociendo e identificando las necesidades y debilidades de nuestro desarrollo profesional, la cual debe estar sustentada de una reflexión permanente y una actualización teórica continua.
- Minutas de Clases:
Esta minuta es una evidencia del trabajo colaborativo que se llevó a cabo todos los jueves en las reuniones con la supervisora. Estas clases tenían como propósito principal orientar nuestra práctica profesional, a través de retroalimentaciones y aportes teóricos que permitían darle sentido a las experiencias de aprendizaje y al quehacer educativo. Además estas instancias favorecían la reflexión de nuestras prácticas, en donde las interrogantes enmarcaban los problemas y orientaban la búsqueda de soluciones.
De acuerdo a esto, los Estándares Orientadores de la Educación de Párvulos (2012) plantean la importancia de mantener relaciones profesionales colaborativas participando en instancias de análisis y de intercambio con nuestros pares profesionales en torno a las decisiones pedagógicas con el propósito de favorecer la adopción de decisiones apropiadas para la primera infancia y contribuir a la calidad de la Educación Parvularia del programa educativo donde se desempeña. Asimismo, Galván (2003) considera que estos espacios de trabajo colaborativo deben consolidarse como núcleo de la política de profesionalización en las instituciones educativas, ya que la discusión sistemática y respetuosa permite compartir las soluciones, las enmiendas, las equivocaciones y los éxitos logrados en la formación de educadoras, encontrando así, mejores caminos y darle sentido al trabajo en conjunto.
Por último, se debe tener presente que la reflexión educativa no es un ejercicio que debe realizarse de manera individual, ya que considera una disposición hacia el otro, un encuentro con las educadoras que favorece la escucha activa, el dialogo del quehacer educativo, el compartir la búsqueda de alternativas y acompañar las inquietudes de la propia práctica profesional.
De acuerdo a esto, los Estándares Orientadores de la Educación de Párvulos (2012) plantean la importancia de mantener relaciones profesionales colaborativas participando en instancias de análisis y de intercambio con nuestros pares profesionales en torno a las decisiones pedagógicas con el propósito de favorecer la adopción de decisiones apropiadas para la primera infancia y contribuir a la calidad de la Educación Parvularia del programa educativo donde se desempeña. Asimismo, Galván (2003) considera que estos espacios de trabajo colaborativo deben consolidarse como núcleo de la política de profesionalización en las instituciones educativas, ya que la discusión sistemática y respetuosa permite compartir las soluciones, las enmiendas, las equivocaciones y los éxitos logrados en la formación de educadoras, encontrando así, mejores caminos y darle sentido al trabajo en conjunto.
Por último, se debe tener presente que la reflexión educativa no es un ejercicio que debe realizarse de manera individual, ya que considera una disposición hacia el otro, un encuentro con las educadoras que favorece la escucha activa, el dialogo del quehacer educativo, el compartir la búsqueda de alternativas y acompañar las inquietudes de la propia práctica profesional.